UGT, junto a los sindicatos CCOO, ELA y LAB, se ha concentrado hoy para exigir a la patronal la negociación del primer convenio de Cultura en Navarra que dignifique las condiciones laborales de más de 1.000 personas trabajadoras y garantice el futuro del conjunto de la actividad cultural y de ocio de la Comunidad Foral.

El pasado 3 de febrero se constituyó la mesa de negociación del citado convenio, integrada por la Asociación de Empresas Anima y representantes de las cuatro organizaciones sindicales. Sin embargo, tras varios meses de reuniones la patronal, se ha mantenido en un absoluto inmovilismo y ha demostrado una nula voluntad negociadora para llegar a un acuerdo.

Según denuncian los sindicatos, la patronal ha planteado propuestas totalmente alejadas de las reivindicaciones de la parte social y muy alejadas de la realidad de la mayoría de los trabajadores y las trabajadoras del sector en Navarra, que están cansados de esperar a ver mejoradas sus condiciones laborales y salariales.

Los sindicatos defienden que es imprescindible contar de una vez por todas con el primer convenio colectivo para el sector cultural de la Comunidad Foral, con el objetivo de poder garantizar a las personas trabajadoras del sector en empresas privadas unas condiciones laborales dignas.

En este sentido, reclaman salarios dignos para el sector, con incrementos salariales vinculados al IPC durante toda la vigencia del convenio, con objeto de no perder poder adquisitivo.

También plantean, entre otras demandas, la reducción paulatina de la jornada laboral anual -en estos momentos una de las más largas del mercado laboral-; la definición de las funciones de cada puesto y categoría en consonancia con la realidad del sector en Navarra; establecer complementos por incapacidad temporal y otros muchos aspectos que ven indispensables para la mejora de las condiciones sociolaborales en el sector y para dar garantías de mejora a las plantillas.

Los cuatro sindicatos ven necesario contar con un marco jurídico que regule las condiciones de trabajo en el sector y de obligado cumplimiento para todas las empresas privadas, al mismo tiempo que vincule a todas las administraciones públicas en el desarrollo de sus actividades culturales, y en la redacción de pliegos y licitaciones en lo concerniente a contratos públicos.

En opinión de las organizaciones sindicales, se deben establecer unas garantías específicas para los profesionales del sector, con independencia de la naturaleza pública o privada de las entidades que ofrezcan y gestionen la actividad cultural.