Una jornada laboral más justa para vivir mejor

Fecha: 28 May 2025

Lorenzo Ríos, Secretario General de UGT Navarra

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin merma salarial, acordada por el Gobierno junto a UGT y CCOO y recientemente aprobada por el Consejo de Ministros, marca un hito en la historia de los derechos laborales en nuestro país. Ahora, la pelota está en el tejado del Congreso de los Diputados. Y desde UGT Navarra decimos alto y claro: esta ley debe ratificarse cuanto antes. No hay excusas. Es una medida justa, necesaria y perfectamente viable.

Reducir la jornada laboral es avanzar. Avanzar hacia un modelo de relaciones laborales más equilibrado, más humano y más moderno. Porque el tiempo de trabajo no puede seguir siendo un lastre que impida la conciliación, el bienestar o la salud de quienes sostienen con su esfuerzo diario la economía y los servicios. Trabajar menos horas, con los mismos derechos y salarios, no es solo una reivindicación histórica del movimiento obrero. Es una cuestión de justicia social, de eficiencia económica y de adaptación a los tiempos.

La jornada laboral en España lleva congelada desde hace más de 40 años. Desde 1983 no se había producido ninguna reducción legal significativa del tiempo de trabajo. Mientras tanto, la productividad ha aumentado, la digitalización ha transformado los procesos y la conciliación se ha convertido en una demanda ineludible. Sin embargo, millones de personas trabajadoras siguen atrapadas en jornadas largas, intensas y, a menudo, mal compensadas. La reforma que ahora se plantea va a empezar a corregir esa anomalía.

El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos contempla una reducción horaria con una garantía esencial: sin merma salarial. Es decir, el mismo sueldo por menos horas. Algo que, lejos de perjudicar a las empresas, puede contribuir a mejorar la productividad, reducir el absentismo, facilitar la contratación y redistribuir mejor el empleo.

Desde UGT defendemos esta medida con convicción. Porque no se trata solo de ganar tiempo para vivir, sino de ganar calidad de vida. Las largas jornadas afectan a la salud mental y física, dificultan la corresponsabilidad familiar, penalizan especialmente a las mujeres, y aumentan la precariedad.

En Navarra, lo sabemos bien. Nuestra comunidad tiene un tejido productivo diverso, pero en muchos casos exigente en lo que a horarios se refiere. Y también sabemos que allí donde se han implantado reducciones pactadas de jornada —en empresas que lo han hecho por convenio— los resultados han sido positivos.

Frente a los discursos alarmistas de la patronal o de ciertos sectores políticos, hay que decirlo con claridad: España no se hunde por trabajar 2,5 horas menos a la semana. Al contrario, mejora. Frente a aquellos que utilizan la excusa de los costes laborales y la productividad, quiero citar las palabras del Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, quien recientemente puso a los convenios del metal o de la hostelería de Navarra como ejemplo de que una jornada inferior a las 40 horas no es sinónimo de reducción de la productividad, sino que el futuro del trabajo pasa por jornadas más cortas, mejor organizadas y con más derechos.

Pero el paso más importante aún está por darse. La aprobación del proyecto de ley por el Consejo de Ministros es una gran noticia, pero no suficiente. Ahora toca que el Congreso de los Diputados ratifique el acuerdo y lo convierta en ley efectiva.

No vale escudarse en tecnicismos ni en tacticismos políticos, ni dejarse presionar por quienes siempre han visto los derechos laborales como un obstáculo. Si de verdad se apuesta por un país más justo, con empleo de calidad y con una economía centrada en las personas, esta ley debe salir adelante.

Desde UGT Navarra exigimos a los grupos parlamentarios responsabilidad y altura de miras. Porque reducir la jornada también es cuidar la salud, repartir mejor el empleo y mejorar la productividad. Y también decimos que esta no debe ser la meta, sino un punto de partida. Hay que seguir trabajando para que la reducción sea efectiva y se extienda con efectividad a los sectores, para que se aplique de verdad, con firmeza.

En UGT seguiremos vigilantes y activos. Con el mismo compromiso con el que hemos defendido esta medida en las mesas de diálogo social, la defenderemos ahora en cada centro de trabajo, en cada convenio, en cada territorio y la reivindicaremos ante todos los partidos políticos con representación parlamentaria. Porque creemos en una sociedad que valore el tiempo como un bien preciado, y que entienda que trabajar menos no es producir menos, sino vivir mejor.

Desde Navarra, donde la cultura del esfuerzo y la defensa de los derechos van de la mano, apoyamos con fuerza esta medida. Y exigimos que no se frene, que no se retuerza, que no se diluya. La jornada laboral de 37,5 horas no es un regalo. Es un avance. Es un derecho. Y ha llegado para quedarse.

 

Lorenzo Ríos

Secretario General de UGT Navarra