El comité de empresa de Mecacontrol de Cascante denuncia la situación de incertidumbre que sufre la plantilla tras el anuncio del cese de actividad de la planta, que afecta a un total de 47 trabajadores, así como la falta de información facilitada por la dirección sobre la decisión de cierre.

Según explican desde el comité, “el pasado 28 de octubre se nos comunicó vía videoconferencia, por el CEO de la empresa que se encuentra en Burgos, que se ha decidido cesar la actividad de la planta de Cascante y que la salida se prevé hacer antes de final de año”. “Se nos comunican someramente y brevemente las causas que llevan a este cierre de la planta de Cascante, pero todo de forma verbal”, aseguran.

En este sentido, el comité de empresa de Mecacontrol, formado por cinco delegados de UGT-FICA, critica que “a fecha de hoy seguimos sin recibir la documentación acreditativa de este hecho, ni de las causas que motivan el cierre de la planta de Cascante, ni se ha iniciado el ERE que extinga los contratos de trabajo de la totalidad de la plantilla”.

“Los trabajadores, en asamblea y ante la poca seriedad mostrada por la dirección en las formas y en el fondo,  decidieron dar un plazo hasta el 14 de noviembre para que se entregase a este comité dicha documentación y, en caso de no hacerlo, se guardaban el derecho legítimo de emprender cuantas acciones legales se considerasen en defensa de sus puestos de trabajo y de la  viabilidad de la planta”, señala.

Asimismo, desde el comité expresan su malestar “ante las diferentes noticias que aparecieron en prensa los días 29 y 30 de octubre sobre el cierre de la planta y citando fuentes de dirección, noticias en las que aparecían datos y afirmaciones que ni tan siquiera este comité conoce y que creemos eran de suficiente relevancia como para que fueran trasladadas antes a los representantes de los trabajadores que a la prensa”.

Además, el comité desmiente “los rumores malintencionados que se están lanzando por la Ribera de Navarra, afirmando que a todos los trabajadores de Mecacontrol se les ha ofrecido una recolocación y que ninguno lo ha aceptado; y que lo único que queremos es coger el dinero y largarnos, algo absolutamente falso”.

“Todas estas circunstancias hacen que la plantilla viva en una situación de auténtica incertidumbre, acompañada de una gran carga de trabajo, ya que los clientes en cuanto conocieron la noticia empezaron a pedir stock de seguridad, y todo ello con la empresa obligando a los trabajadores a coger vacaciones con la intención de no pagarlas a final de año en finiquito”, censura el comité de empresa.