Debe impulsarse de manera decidida la agenda nacional para la prevención del cáncer de origen profesional
Fecha: 04 Feb 2025
Según la Organización Internacional del Trabajo junto con la Organización Mundial de la Salud, de los 2,96 millones de fallecimientos anuales, 2,6 millones se deben a enfermedades derivadas del trabajo como, por ejemplo: problemas circulatorios, cáncer (27,5%) y enfermedades respiratorias. Los 330.000 restantes estarían causados por accidentes de trabajo. La OMS indica que la exposición a sustancias cancerígenas en el trabajo es la cuarta causa de cáncer en la sociedad después del tabaco, la dieta y el sedentarismo.
El cáncer es la causa principal de mortalidad laboral en la Unión Europea. Se producen en torno a unas 100.00 muertes laborales por cáncer laboral al año, según los datos del Marco Estratégico de la UE en materia de SST 2021-2027. Para el caso de la exposición al amianto, cabe indicar que se estima que se cobra en torno a 88.000 vidas al año en Europa.
En nuestro país, el cáncer es la segunda causa de muerte después de las enfermedades del aparato circulatorio entre la población general. En 2018, una de cada tres muertes en hombres y una de cada cinco en mujeres se debieron a tumores malignos, lo que supone más de la cuarta parte de los fallecimientos en España en ese año, según datos del Ministerio de Sanidad.
A pesar de esto, su declaración y reconocimiento como enfermedad profesional es ínfima. En 2024, únicamente se reconocieron 106 enfermedades profesionales causadas por agentes cancerígenos, de las que 98 fueron entre hombres y 8 en mujeres, siendo 55 del total debidas al amianto y 19 causadas por la exposición a polvo de sílice libre.
Es importante incidir en que las condiciones de trabajo también influyen en la exposición a sustancias cancerígenas. De hecho, las personas trabajadoras de microempresas o pequeñas empresas (con menos de 50 trabajadores) presentan 1,3 veces más probabilidades de estar expuestas a factores de riesgo de cáncer que aquellas que prestan servicios en centros de trabajo medianos o grandes, según los resultados de la Encuesta sobre la exposición de las personas trabajadoras: Factores de riesgo de cáncer en el ámbito laboral en Europa (Encuesta WES).
Además, las personas trabajadoras que trabajan a tiempo parcial refieren menos exposiciones múltiples que la media, por el contrario, la proporción de personas trabajadoras con exposiciones múltiples aumentaba considerablemente en el caso de los que trabajaban más de 50 horas a la semana.
Desde UGT exigimos que las empresas cumplan con la normativa en prevención de riesgos laborales.
Recordamos que la exposición laboral a agentes cancerígenos debe evitarse, sustituyendo estas sustancias por otras que no supongan riesgo para la salud. Si esto no fuera posible, se deberá evaluar, controlar y minimizar todo lo posible la exposición laboral. Además, las empresas deben implantar medidas de protección, así como facilitar equipos de protección individual adecuados al riesgo y a la persona que los debe usar.
La información y formación en materia preventiva resulta indispensable para que las personas trabajadoras conozcan los riesgos y los procedimientos seguros de trabajo. Igualmente, la vigilancia periódica del estado de salud es necesaria para conocer en qué medida existe afección a la propia salud de aquellos que están expuestos.
En cuanto a las medidas higiénicas, destacar que las personas trabajadoras expuestas a cancerígenos deberán disponer de lugares separados para guardar de manera independiente las ropas de trabajo o de protección y las ropas de vestir, asimismo disponen de 10 minutos antes de la comida y otros 10 minutos antes de abandonar el trabajo para aseo personal. Este tiempo computa dentro de la jornada laboral.
Por otro lado, resulta importante avanzar para conseguir que las personas trabajadoras enfermas de cáncer o que han superado un cáncer, retornen a su puesto de trabajo de forma segura, sin poner en riesgo su seguridad y salud, incluyendo los aspectos psicosociales. Para ello, desde UGT proponemos que se negocien protocolos de retorno al puesto de trabajo entre la empresa y con la representación de las personas trabajadoras. Estos protocolos deberán incluir medidas para flexibilizar el proceso de la reincorporación evitando que sea traumático.
Es un hecho que muchas de las actuales enfermedades relacionadas con el trabajo tienen un origen multicausal y no exclusivo del trabajo, como es el caso de los cánceres y las enfermedades cardiovasculares. Debido a esto, muchas enfermedades que tienen un origen laboral no son consideradas como tales.
Por lo tanto, desde UGT proponemos que se cambie el concepto legal de enfermedad profesional. Es necesario modificar el concepto de enfermedad profesional para abrirlo y que una enfermedad se considere como profesional cuando la causa prevalente de la misma sea el trabajo, no siendo necesario que el trabajo sea la causa exclusiva como es actualmente.
Además, desde UGT proponemos una actualización del Listado de Enfermedades Profesionales Español y una mejora en el sistema de notificación y registro que permitan hacer aflorar todas las enfermedades profesionales ocultas. Se deberá prestar especial atención a la revisión de los cánceres de origen profesional.
Por último, debe impulsarse de manera decidida la Agenda Nacional para la Prevención del Cáncer de origen profesional acordada en la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 con los objetivos de adaptar los instrumentos normativos, impulsar programas de vigilancia y control del cumplimiento de la normativa, avanzar en la mejora de la acción preventiva, en el diagnóstico precoz y en la detección temprana.