El sindicato cree que ambos hechos constatan el fracaso de la política de austeridad al ultranza y la necesidad de cambiarla, priorizando políticas de crecimiento y creación de empleo.
La UGT denuncia que desde el año 2010, el salario medio de un trabajador ha perdido 7,1 puntos de poder adquisitivo, mientras que el Salario Mínimo Interprofesional lo hace en 5,1 puntos, razón por la cual la recuperación que pregona el Gobierno no está llegando a los hogares.
Por todo ello, el sindicato reclama una política salarial acorde con la nueva situación, que posibilite la mejora del poder adquisitivo de los salarios, medida que, junto al cambio de dirección de la política económica y a la extensión de la protección social, es imprescindible para reactivar la demanda, impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo.