MCA-UGT sostiene que lo importante es desentrañar la verdadera intención de AIAC y de sus representantes en Navarra, que se esconde tras su forma de actuar:
- El periodo de consultas ha sido una mera estrategia formal a la que han acudido como un trámite que había que cumplir, cuando en realidad querían imponer sus decisiones y no mostraron ninguna voluntad de diálogo ni negociación.
- Durante todo este proceso se han mantenido en una posición inamovible y solo el último día, de manera sorpresiva, plantearon una nueva propuesta.
- En ningún momento, se ha respetado el principio de buena fe entre las partes, que debería exigir formular ofertas y planteamientos serios y viables, con el ánimo de converger en un acuerdo.
- La Dirección de la empresa ha realizado actuaciones dirigidas a coaccionar la libre voluntad de los negociadores de la parte social con una disyuntiva inadmisible: o aceptáis una rebaja del 15% del salario, que se suma a la aprobada en el mes de enero, o la empresa va a concurso de acreedores.
El sindicato denuncia que el responsable de esta situación es quien se ha llevado el dinero y no los trabajadores. Al margen de lo que determine la ley mercantil, una empresa debe ser transparente, cumplir con sus compromisos y respetar los intereses de todas las partes implicadas. AIAC no lo ha hecho. Sus representantes en la mesa de negociación se comprometieron a realizar un proceso de venta y para dar un plazo necesario, se firmó un Expediente de Regulación de Empleo. No han cumplido y, por tanto, han demostrado una vez más una falsedad malintencionada.
En definitiva, MCA-UGT insta a no tolerar que una empresa que ni siquiera ha presentado toda la documentación de su situación económica por la que se ha llegado a estos extremos ponga contra las cuerdas a los trabajadores, al Gobierno y a los proveedores, cuando lo que está en juego es el empleo de 400 familias.