En opinión del sindicato, los datos de IPC reflejan el continuo deterioro de los salarios y de las pensiones, siendo consecuencia del alto desempleo y de la creciente precariedad laboral. Los datos estadísticos oficiales reflejan una caída media de la renta de los hogares superior al 10% desde el año 2009, mientras que la caída de la renta por persona se sitúa en el 7%.
Todos estos datos llevan a la UGT a reafirmar la necesidad de que la mejora real de los salarios esté en el núcleo del próximo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, ya que para crecer más y de forma más equilibrada es necesario potenciar el empleo de calidad, mejorar el poder adquisitivo de los salarios y cambiar el modelo de crecimiento.