La pasada semana, sin previo aviso, dos auxiliares de las ambulancias de urgencias de la Red de Transporte Urgente de las bases de Alsasua y Espinal, pertenecientes a la empresa Baztán Bidasoa, fueron despedidas. En sus cartas de despido la empresa aducía como motivos “baja productividad y falta de sintonía con la dirección de la empresa”. Ambos motivos son falsos, ninguna de las dos trabajadoras había llegado tarde nunca a su puesto de trabajo ni se había cogido una baja laboral. Incluso una de ellas ha recibido el apoyo de todos los miembros de los servicios sanitarios del centro de salud de Espinal por su profesionalidad.
Posteriormente, en una reunión de los Comités de Empresa con el representante de la patronal, ésta cambió los motivos del despido, comunicando al Comité de forma verbal que los despidos se asumían como improcedentes y que se debían a que supuestamente sobran auxiliares de las ambulancias de programado, ya que los nuevos vehículos disponen de rampas de acceso. Son esperables, por tanto, nuevos despidos. La empresa Baztán Bidasoa está haciendo una regulación de empleo sin pasar por el procedimiento legal. Sin embargo, esas rampas, aunque facilitan el trabajo, no hacen que ya no se necesiten dos personas en las ambulancias de programado, puesto que los pacientes con grave dificultad motriz deben ser acercados a la ambulancia entre dos personas desde sus casas, y eso no lo solucionan las rampas instaladas en las nuevas ambulancias. De nuevo mienten con los motivos reales del despido.
Los/as miembros de los Comités de Empresa creen que no hay motivación alguna más que un ahorro económico que merma la calidad del servicio contratado por Gobierno de Navarra, además de suponer una sanción a dos trabajadoras que han participado activamente en las movilizaciones durante los cuatro meses de huelga. Quieren recordar que durante la huelga, ninguno/a de los/as trabajadores/as del sector pudo ejercer su derecho constitucional por unos servicios mínimos abusivos, y absolutamente todos/as los/as trabajadores/as respetaron escrupulosamente los servicios mínimos pese a rechazar su abuso y que todas las movilizaciones fueron legales y pacíficas. Se da la paradoja de que, tras aportar liquidez a la empresa, se utiliza ese dinero para despedir a dos compañeras.
También denuncian el sexismo que se practica habitualmente en la empresa Baztán Bidasoa, que no permite a las trabajadoras acceder al puesto de Conductor de Ambulancia (las que están dando el servicio proceden de contratos anteriores a la llegada de esta empresa) pese a cobrar 150 euros más, y durante los últimos años se han ido reduciendo ostensiblemente el número de mujeres contratadas, siendo actualmente menor al 20% de la nómina de Baztán Bidasoa. De nuevo se despiden a dos mujeres. En las otras dos empresas que dan servicio en Navarra esto no pasa.
Además, la empresa Baztán Bidasoa está ninguneando a los Comités de Empresa, con los que debiera haberse reunido para negociar el reajuste de plantilla que dicen que hace falta, y los cambios de calendario que está realizando en contra del convenio firmado hace un mes.