El movimiento sindical europeo señala que se deben encontrar soluciones para mantener a Grecia tanto en la eurozona como en la Unión Europea (UE) bajo un liderazgo político, no mediante un enfoque tecnocrático.
El pueblo griego ha votado contra las políticas de austeridad y recorte, no contra la Unión Europea ni contra el euro. Una señal clara de que las políticas impuestas durante los últimos cinco años son socialmente insoportables y económicamente fracasadas.
Por ello, demandan el compromiso político de los dirigentes de la UE para encontrar una solución razonable y demostrar, de verdad, lo que significa la Unión Europea.