Si a esto sumamos la acción premeditada de los pirómanos y las escasas labores de limpieza de montes llevadas a cabo de antemano por las Administraciones de las Comunidades Autónomas, todo hace prever una escalada en el número de incendios declarados. Por ello, la UGT solicita a toda la ciudadanía y a las Administraciones competentes que extremen la vigilancia para impedir que se repitan los dramáticos resultados de campañas pasadas.
A pesar de que en lo que va de la campaña de este año se han quemado menos hectáreas que en la del pasado año, el número de incendios se ha incrementado. A ello han colaborado las temperaturas extremas, la sequedad de la vegetación y el aumento de los fuegos provocados, que han tenido una mayor intensidad en Galicia, Castilla-La Mancha y Baleares, en concreto Mallorca.
La UGT exige que se endurezcan las penas para los causantes de este tipo de delitos medioambientales y denuncia los recortes en materia de prevención de incendios de las distintas Administraciones de las Comunidades Autónomas, pues salvo escasas excepciones, no se han destinado medios y recursos a la limpieza de montes y zonas forestales, abandonando los campos a su suerte y convirtiéndolos en caldo de cultivo para potenciales incendios.
No obstante, las negligencias en materia de incendios no acaban en la prevención; también se dan en el momento de paliar los daños causados por el fuego, con ayudas que son insuficientes, y además llegan tarde, y con gestiones en las que, aparte de los intereses medioambientales, se cuelan matices económicos. Al igual que las políticas de prevención de incendios son necesarias, la limpieza de los montes quemados y la rapidez en su ejecución resultan imprescindibles para la recuperación medioambiental, evitando con ello plagas y enfermedades de la vegetación, aparte de asentar los terrenos de cara a futuras lluvias.